¿Es España un país de Emprendedores?

La historia empresarial de España está determinada por el papel protagonista de los pueblos (Fenicios, Romanos, Árabes, Italianos entre otros), sus  leyes, sus mandatarios y los estados que gobernaron.

El estado ha ocupado un papel protagonista en el desarrollo empresarial, a veces ayudando y otras dificultando el desarrollo de la iniciativa privada.

Históricamente, el estado ha ocupado un papel protagonista en el desarrollo empresarial, a veces ayudando y otras dificultando el desarrollo de la iniciativa privada. En nuestra historia reciente las mayores corporaciones de nuestro país provinieron de la iniciativa pública. Algunas se crearon para ayudar a crear industrias y posteriormente se privatizaron. Otras se sustentaron mediante concesiones o monopolios cedidos por el estado imposibilitando la entrada de la iniciativa privada en muchos sectores.

La incorporación de España a la Unión Europea y su adaptación a la normativa disminuyo el protagonismo del estado permitiendo un entorno más abierto y estable. Esta apertura facilitó el desarrollo de la iniciativa privada resultando en muchos casos de éxito de empresas privadas que han sido capaces de competir en sectores tremendamente competitivos y maduros logrando un éxito sostenible.

La incorporación de España a la Unión Europea y su adaptación a la normativa disminuyo el protagonismo del estado permitiendo un entorno más abierto y estable.

Este reciente entorno favorable a la iniciativa privada está permitiendo su mayor desarrollo aunque todavía seguimos estamos lejos de otros países como EEUU, Israel o algunos vecinos de EU.

.El acceso a la financiación sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país. Históricamente, las fuentes de financiación para los emprendedores han sido muy escasas y tras la crisis financiera aún más. Ni bancos, ni estado, ni sector privado financiaban proyectos emprendedores y la única fuente real de financiación ha sido mediante el patrimonio personal y de “Friends and Family” de los emprendedores. Pero en los últimos años, el entorno financiero de tipos bajos y la volatilidad de los mercados, está produciendo un mayor interés de los inversores privados en fuentes alternativas de inversión. También hay un creciente interese por parte del estado en fomentar el acceso a la financiación a los emprendedores y a las pequeñas empresas donde se concentra gran parte del tejido empresarial y potencial para la creación de empleo y bienestar. Ambos sectores están desarrollando el sector de Venture Capital que ha crecido sustancialmente en los últimos años dando mayor acceso a los emprendedores a financiar sus proyectos.

Ahora que parece que se dan las circunstancias para que nuestros emprendedores puedan desarrollar sus proyectos, en un marco legal, fiscal, regulatorio y financiero como nunca se habían dado podremos ver realmente si somos un país de emprendedores de éxito.

En España los autónomos y las micro empresas familiares suponen casi el 60% del empleo, una cifra similar a la de muchas economías del mundo que se sustentan en un tejido empresarial de autónomos y pequeños comerciantes.

¿Pero cuantos pequeños empresarios emprendieron por necesidad y cuantos por vocación? Según el informe anual de GEM (Global Entrepenurial Montior) que monitoriza la actividad emprendedora mundial, el 17% de los negocios que se crearon en España fueron por emprendedores vocacionales, el resto se emprendieron por necesidad. Como bien refleja este dato, la gran mayoría de las empresas se crean por motivaciones sin vinculación con el negocio en sí. Principalmente se crean por necesidad de encontrar un trabajo o un sustento de vida.

El 17% de los negocios que se crearon en España fueron por emprendedores vocacionales, el resto se emprendieron por necesidad».

Por lo tanto existen dos tipos de emprendedores. Los emprendedores por necesidad y los que podríamos llamar “emprendedores por vocación”. Los “emprendedores por vocación” son aquellos que crean negocios motivados por solucionar, mejorar, actualizar un problema o una necesidad. Son aquellos que se forman adecuadamente y no tienen miedo a fracasar, innovar e ir contra corriente. Hay entornos donde es más difícil encontrar emprendedores vocaciones pues penalizan socialmente el fracaso, la innovación, el cambio, por miedo al fracaso, por miedo a la incertidumbre que los cambios pueden resultar sobre el resto del entorno. Pero hay otros entornos donde entienden que el fracaso es una fase más del desarrollo personal y profesional y que en la innovación y en el cambio está el progreso y el éxito.

Existen dos tipos de emprendedores. Los emprendedores por necesidad y los que podríamos llamar “emprendedores por vocación”. Los “emprendedores por vocación” son aquellos que crean negocios motivados por solucionar, mejorar, actualizar un problema o una necesidad»

España, al igual que el mundo, está cambiando rápidamente. El entorno en el que vivimos hoy es mucho más propicio para un emprendedor que antaño. Hoy tenemos mayores facilidades, con un marco regulatorio más estable y abierto, con mayor acceso y diversidad de instrumentos financieros con costes competitivos, en un mercado con grandes infraestructuras, dentro de un mayor mercado como es el de la EU y con una cultura cambiante que va desarrollando la cultura financiera y empresarial para estar abierto al fracaso, al cambio, a la incertidumbre y la iniciativa personal.  España es un país de emprendedores, como muchos otros países que por diferentes razones sus gentes deciden emprender un proyecto personal.

El reto de los emprendedores en España y en todo el mundo es asegurar que aportan valor creando un negocio que no esté motivado a solucionar un problema económico familiar, si no que esté enfocado en solucionar, mejorar, actualizar un problema o una necesidad de los demás, solo así se convertirán en emprendedores de éxito.