Como viene siendo habitual en esta sección de Eneas Magazine, nos gusta hablar sobre los aspectos menos conocidos de las fusiones y adquisiciones, de las cuestiones que normamente no aparecen en los manuales universitarios, apenas se tocan en las mejores escuelas de negocios y literalmente no existen cuando hablamos de cifras macroeconómicas o vemos un artículo de prensa hablando sobre la cantidad de transacciones que se han ejecutado en un sector.
Porque, evidentemente queridos lectores, los números son fundamentales, son el núcleo, la razón de ser de una transacción empresarial, el verdadero “leitmotiv” de toda operación de compra o venta de una empresa y sobretodo son el resultado de esa transacción.
«Los números aparentemente lo son todo, son el comienzo y el final, el origen y el objetivo último que se persigue.»
Hablamos de la facturación, del EBITDA, de la deuda, de los activos, de la cuota de mercado, de los múltiplos de valoración, del tipo de interés, de la rentabilidad, de los empleados, de las sedes, del “times-money”, de la carencia, del plazo, de los costes, del precio de venta, de la suma de o de la resta, de la división o de la multiplicación de resultados. Los números son un todo, son una realidad omnipresente en toda transacción.
Si uno se para a analizar la importancia cuantitativa de los números en una operación de M&A, su resultado es de abrumadora mayoría en su favor. Cuantitativamente los números son inopinablemente lo más llamativo. Pero he aquí que también se debe hacer, como en todas las cuestiones realmente importantes en esta vida, un análisis cualitativo de lo importante. Y en este punto es donde los números, pese a su clara ventaja “numérica” sobre cualquier otro aspecto, valga la redundancia; se encuentran con unos competidores cuya importancia es inversamente proporcional a su cantidad.
«Los aspectos no numéricos de una transacción sin duda “abultan” mucho menos, pero engloban circunstancias y elementos que pueden ser muchísimo más influyentes a la hora de determinar el éxito o fracaso de una operación de M&A que cualquier número.»
En estas páginas hemos tratado recientemente sobre la cultura empresarial, el ángulo, el factor humano, la estrategia, las diferencias culturales de cada país, las emociones personales, la empatía en las negociaciones, etc. Y todas estas cuestiones y ámbitos cualitativos son de capital importancia en cada transacción. Poniendo un ejemplo ilustrativo, por mucho que los números se empeñen en arrojar resultados positivos frente a una fusión de compañías de dos países distintos, si los accionistas de ambas compañías no se llevan bien desde el primer momento por algo tan nimio como una broma de mal gusto sobre el país de los otros, la operación nunca saldrá. Si los directivos que deben liderar un MBO no son capaces de alinear su estrategia diseñada a lo que el inversor correspondiente piensa, no habrá MBO. Si durante una negociación de venta, el vendedor se viene abajo por la duración del proceso y los términos planteados por los compradores, el proceso de venta terminará sin frutos.
Son sólo algunos ejemplos de cómo un aspecto cualitativo puede influir notablemente en una transacción de M&A, tanto o más que muchos aspectos cuantitativos. Porque los números, por muy “buenos” o “grandes” que sean, no lo son todo. Por esta razón, porque los aspectos cualitativos además son mucho más difíciles de gestionar que unos números que al fin y al cabo, en un momento determinado son los que son, sin posibilidad de cambiar de hoy para mañana; es fundamental contar con asesor experto en transacciones, como Eneas Advisory, con profesionales “curtidos” en múltiples “batallas” que por supuesto dominan los aspectos numéricos pero especialmente los cualitativos. Porque en las operaciones de M&A es importante saber que buena parte de los factores determinantes, los detonantes del éxito o del fracaso, residen más allá de los números.