Las montañas del arcoiris

Imagina todos los colores del arcoíris que tiñen las cimas onduladas de unas montañas únicas, capaces de sorprender y dejar con la boca abierta cualquier viajero, por lugares que haya visitado en el mundo.

Las llamadas Montañas Arcoíris de China, situadas en el Parque Geológico Nacional de Zhangye Danxia, en el noroeste de China, son una de las maravillas geológicas que podemos encontrar en nuestro planeta. 

Nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2009, las Montañas Arcoíris son areniscas y limolitas del Cretácico que se depositaron en China antes de que se formaran las montañas del Himalaya. La arena y el limo se depositaron con hierro y oligoelementos que proporcionaron el ingrediente clave para formar los colores que vemos hoy.

Cuando la placa india chocó con la placa euroasiática hace aproximadamente 55 millones de años, el choque provocó que areniscas planas se rompieran y doblaran y que aparecieran rocas sedimentarias que se encontraban muy por debajo de la superficie de la tierra, en un proceso que dio lugar a las montañas que vemos hoy.

Montañas Arcoíris de China, situadas en el Parque Geológico Nacional de Zhangye Danxia.
Montañas Arcoíris de China, situadas en el Parque Geológico Nacional de Zhangye Danxia.

Pero, ¿de qué forma se obtienen estos colores tan variados y fascinantes? El agua subterránea se mueve a través de los granos de arenisca y deposita trazas de minerales entre los granos. El color primario es una piedra arenisca de color rojo oscuro causada por una capa de óxido de hierro. La mayoría de las veces, los óxidos de hierro proporcionan un pigmento rojo oscuro. Sin embargo, hay casos en los que los óxidos forman diferentes colores. 

Por ejemplo, la limonita producirá una tinción marrón o amarilla de las areniscas, la magnetita puede generar un color negro. Si hay sulfuro de hierro, se obtendrá un color amarillo metálico a causa del azufre. El color verde se debe a menudo a arcillas de clorito o silicato de hierro. Estos son solo algunos ejemplos de cómo ciertos minerales pueden alterar el color de las areniscas que forman estas montañas y crear esa fascinante gama cromática.

El área, de aproximadamente 200 kilómetros cuadrados en el parque geológico Zhangye Danxia, es ideal para realizar diferentes rutas de senderismo y admirar de cerca los cambios cromáticos de la montaña. Otra forma de observar de este espectáculo geológico único es a lomos de un camello, uno de los animales utilizados tradicionalmente como medio de transporte en la provincia de Gansu.

Y si quieres disfrutar de este paisaje de arcoíris desde otra perspectiva, un viaje en globo aerostático te permitirá obtener una visión mágica de este fenómeno natural.

Vinicunca o la Montaña de los Siete colores

Cerca de Cusco, en Perú, existe otra Montaña Arcoíris, Vinicunca, llamada también como “La Montaña de los siete colores”. Los antiguos incas creían que de los cimientos de la montaña brotaba una energía masculina, la misma que fertilizaba a la Pachamama. Aún hoy en día, los habitantes del lugar consideran que Vinicunca es una “montaña sagrada”, por lo que realizan rituales como el pago a la tierra como forma de agradecimiento a lo que la naturaleza les da.

Para llegar al mirador, a 5.200 metros de altitud, desde el inicio del sendero hay que caminar unos 12 kilómetros y se trata de una experiencia recomendada para excursionistas experimentados.

Sus laderas y cumbres están teñidas por unas franjas de intensos tonos de fucsia, turquesa, lavanda y dorado. Los colores que caracterizan esta montaña se formaron cuando el hielo que cubría el área hace millones de años empezó a derretirse, el agua se mezcló con los minerales del suelo, convirtiendo la tierra en muchos colores. Las áreas rojas se deben a las mezclas de óxido, las amarillas se deben a la limonita combinada con el azufre, los púrpuras a la mezcla de arcilla con carbonato de calcio y los verdes al óxido de cobre.

Vinicunca, llamada también como “La Montaña de los siete colores” en Perú.

El “Cerro de los 14 colores” en Argentina

En la Serranía del Hornocal, a 25 kilómetros de la ciudad de Humahuaca en la provincia de Jujuy, en Argentina, destaca una montaña de colores conocida como el “Cerro de los 14 colores”, Esta original formación geológica puede admirarse conduciendo a lo largo de una sinuosa carretera de curvas en un recorrido de 24 kilómetros y donde se pasa de 3.000 metros a 4.200 metros de altitud, hasta llegar a un mirador desde donde se pueden admirar sus 14 cumbres teñidas de llamativos colores. El atardecer es el mejor momento del día para admirar la magia de todos los colores de esta montaña.

El Hornocal es una formación sedimentaria estratificada de más de 75 millones de años, formada por una caliza de colores ocre, amarillo, verde y blanquecino donde el hierro no logró oxidarse. Los colores se componen por varios minerales que, al ser erosionados, dejaron las características formaciones triangulares en las laderas de estas montañas. 

Dunas de colores en Mauricio

Conocida como la “Tierra de los siete colores de Chamarel”, en Mauricio, más allá de las playas y las palmeras, te sorprende una colección de dunas de colores de origen volcánico. Los colores evolucionaron a través de la transformación de la lava basáltica en minerales arcillosos. Estos minerales, mezclados con la arena de las dunas, crean una sinfonía cromática con tonos que van del violeta al rojo o azul, pasando por el amarillo, marrón y verde. La intensidad del propio colorido varía en función de la luz del día.

El amanecer es el mejor momento para ver disfrutar de este singular paisaje. Los geólogos todavía están intrigados por estas dunas onduladas multicolor, pues los colores, rojo, marrón, violeta, verde, azul, violeta y amarillo nunca se erosionan a pesar de los aguaceros torrenciales y de las condiciones climáticas adversas.

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