Una naturaleza «salvaje» y una experiencia única que atrae cada año a un millón de personas. Tras dos años de pandemia, esta primavera peregrinos de todo el mundo volverán a cumplir con un rito que se remonta al siglo XVII y que constituye una de las mayores expresiones de religiosidad popular.
El Rocío es más que una romería que merece la pena vivir de cerca. Vivir esa experiencia en un espacio que, respetando escrupulosamente la arquitectura y el paisaje del entorno, no escatima en lujo y confort es lo que ofrece La Malvasía, el primer hotel de cuatro estrellas en la aldea onubense del Rocío (Almonte) del grupo Kaizen.
Siguiendo la filosofía de Kaizen Hoteles de recuperar edificios autóctonos en destinos de gran belleza, La Malvasía I y II se ubican en auténticas casas rocieras rehabilitadas conservando su esencia y, sobre todo, respetando los recursos naturales del entorno gracias al uso de las más avanzadas tecnologías como la aerotermia o los circuitos cerrados de recuperación de aguas para preservar el medioambiente y garantizar la supervivencia de joyas como Doñana. El compromiso con la sostenibilidad lleva a cuidar al máximo los detalles, como el uso de productos de cortesía e higiene ecológicos.
Tras una reciente ampliación, un total de 35 habitaciones combinan un elegante estilo rústico, con materiales naturales como vigas de madera para los techos y tejidos de alta gama para la ropa de cama, con una exquisita decoración contemporánea ideada por la prestigiosa interiorista Alejandra Pombo, ofreciendo todas ellas el máximo confort y unas impresionantes vistas a las arenas y marismas de Doñana. Si algo se ha cuidado en las estancias es la amplitud y luminosidad, con grandes ventanales que se convierten en miradores privilegiados de un ecosistema único como el que ofrece una de las principales reservas de la Biosfera de Europa.
Conservando la estructura propia de las casas rocieras, las estancias se articulan en torno a los típicos patios andaluces donde las fuentes y la vegetación crean un apacible ambiente ideal para relajarse y disfrutar del lugar. La Malvasía cuenta igualmente con espaciosos salones para eventos y celebraciones así como el Restaurante LaBoca, abierto tanto a huéspedes como al público en general que quiera degustar las recetas del chef Tony Moreno: cocina de vanguardia e innovadora a partir de los mejores productos de cercanía que ofrece la gastronomía andaluza.
El Camino del Rocío ofrece la posibilidad de dormir bajo el cielo estrellado de un paraíso natural como Doñana. La Malvasía, a escasos metros de la ermita a la que lleva ese Camino, es un oasis en el que disfrutar de un merecido descanso sin renunciar a vivir el ambiente rociero que llena la Aldea no solo durante la romería, que este año se celebrará la primera semana de junio aunque tendrá un preludio con el traslado de la Virgen desde Almonte el 29 de mayo, sino todo el año.
Además, la privilegiada ubicación del hotel permite llegar, en apenas diez minutos, a playas de arenas blancas de la costa onubense como la de Matalascañas; adentrarse a caballo entre pinares o surcar en 4×4 las espectaculares dunas del entorno; observar en libertad colonias de flamencos y aves migratorias que tienen en las lagunas y humedales de Doñana uno de sus principales hábitat en el continente; o simplemente sentarse en la piscina, las terrazas, patios y porches del hotel a disfrutar de los sonidos y aromas de un rincón único del planeta.
Alojarse en La Malvasía -que precisamente toma su nombre de una de las 270 especies de aves que pueden verse en Doñana- convierte la estancia en El Rocío en un lujo experiencial en armonía con una naturaleza virgen.
