Con el anuncio de estado de alarma y nuestro confinamiento por parte del gobierno español el pasado día 13 de marzo de 2020 conllevó a un cambio de nuestros hábitos que tuvieron un impacto distinto en muchos negocios. En este artículo nos gustaría analizar las opciones que las empresas tienen en su dominio para adaptarse a estos cambios e intentar seguir una vía de crecimiento.
Los cambios en los hábitos tardan entre 21-66 días a producirse y el primer ejercicio que las empresas deberían hacer es de ver cómo estas nuevas prácticas están cambiando la industria en que se encuentran. A título de ejemplo: con el confinamiento la demanda de entretenimiento en vivo ha desaparecido, mientras que el contenido digital ha aumentado.
Una vez identificado el cambio, el siguiente paso sería analizar la duración del mismo. ¿Es solamente un movimiento de corto plazo o el cambio está para quedarse? El incremento en el consumo de libros en los meses de confinamiento se cree que fue coyuntural, mientras que el aumento de la utilización de las plataformas de streaming o broadcasting es una consecuencia con perfil más estructural.
Fase 1: Diagnosticar
Para identificar la naturaleza de los cambios, las empresas deberán intensificar el análisis de datos. Hoy en día, existen muchas herramientas que nos permiten mejorar mucho el análisis como los datos referentes al tráfico, gastos, utilización del comercio online, etc. Bajada de ventas en una tienda anterior al COVID-19 puede señalar otro problema que ha sido intensificado por el confinamiento y no una consecuencia del periodo de paro económico.
Adicionalmente al análisis de los datos, las empresas deberían hablar con los distintos stakeholders en la industria para identificar como se está comportando el mercado: ¿Cuáles son los segmentos que están evidenciando más crecimiento y los más rentables?, ¿Cuáles es la tipología de los productos que nuestros competidores están lanzando al mercado?, ¿Cómo se están recuperando los mercados en países donde el COVID-19 ya está en una fase más controlada (Asia)?
Fase 2: Planificar y ejecutar
Una vez identificado el escenario de “nueva normalidad”, las compañías deberán ajustar su propuesta de valor a posicionarse de forma adecuada a estos cambios, intentando contestar las siguientes cuestiones:
- ¿Cual deberá ser el posicionamiento estratégico? (segmentos/mercados a explotar–abandonar).
- Propuesta de valor online (solo o a través de plataformas digitales: Google, Amazon, etc.).
- Recursos/competencias a desarrollar o adquirir entre otros.
La creación de este plan permitirá a la compañía pasar de una situación de incertidumbre y de gabinete de crisis para una realidad más cercana a la recuperación, de forma a que sus colaboradores pasarán de una situación de solución de problemas/tareas de corto plazo para un entorno con mayor perspectiva temporal, de mercado y hacía el crecimiento sostenible de la empresa.
Cuanto más ágil sea la compañía en la creación de este plan que refleje el ajuste a una nueva realidad, conseguirá identificar sus necesidades de recursos financieros tanto a corto como a largo plazo, permitiendo dar una visión de largo plazo tanto a accionistas como a las entidades financieras.
“La tarea de un líder es llevar a su gente de donde está, hasta donde no haya llegado jamás”
Henry Kissinger (político con una gran influencia en la política internacional)