Creación de valor operacional

A pesar de su breve historia, el retorno para los inversores de capital riesgo ha sufrido bastantes cambios en las últimas décadas. Si los años 80 han sido marcados por la utilización del apalancamiento financiero como principal fuente de retornos con un 50% y la creación de valor operacional con un 20%, la situación se invierte en los años 2000 con los cambios operacionales a representaren un 50% del valor creado. 

Estos cambios han sido posibles por la mayor facilidad de acceso a la financiación por parte de las casas de inversión como también a la mayor dificultad en anticipar los momentos del mercado (comprar barato y vender caro).

La creación de valor operacional a pesar de su utilización en el capital riesgo, actualmente son cada vez más empresas aparte del capital de riesgo que la utilizan para mejorar su desempeño y posicionamiento en los mercados.

La creación de valor operacional implantada por las empresas de capital riesgo en sus participadas tienen como base los siguientes principios:

 

Creación de valor: la decisión de inversión tiene que tener como base un plan de negocio y estratégico dónde especifique las palancas de crecimiento de la compañía como también las fuentes de reducción de costes o de mejora de la eficiencia del capital (optimización del fondo de maniobra, entre otros).

Temporalidad: las casas de capital riesgo tienen un periodo de estancia en el capital de sus participadas que pueden variar entre 4 y 6 años. Es cada vez más recurrente que en el momento de inversión sea preparado un plan de 100 días que señala y detalla las acciones a poner en marcha en la empresa adquirida. Además, es necesario utilizar la regla 80/20 de forma a priorizar las acciones que serán las principales responsables por la creación de valor y hacer un plan de acciones concreto para capturar ese valor.

Visión de largo plazo: a pesar de la temporalidad en el periodo de inversión por parte de las empresas de capital riesgo, es necesario tener una visión de largo plazo a acometer en los próximos años, como también en el momento de desinversión tener claro cuál es el próximo paso para la compañía.

Gestión: tener el equipo de gestión apropiado para ejecutar el plan de negocio / estratégico identifica es clave para la creación de valor. Desde el proceso de duediligence que tiene que ser identificadas las áreas de mejora en la gestión de la compañía. Además de los recursos, el gobierno corporativo también juega un papel clave en facilitar la toma de decisiones críticas para el desarrollo de la empresa.

Incentivos alineados: para que los equipos directivos estén motivados hacía la creación de valor, es usual que las compañías de capital riesgo comparten parte de sus retornos con los equipos responsables por la gestión de sus participadas. Los intereses de los equipos directivos y de los inversores tienen que ir en la misma dirección.

Recursos: además de los recursos humanos, la participada deberá estar dotada de herramientas de gestión como un reporting mensual sólido con los principales KPIs del negocio, sistemas de TI que posibiliten la obtención de la información de forma rápida y fiable como también de otras herramientas más específicas que puedan impactar positivamente la productividad o eficiencia de la empresa. Un movimiento bastante positivo ha sido la reducción de costes de los recursos con la era digital, como por ejemplo la implantación de ERP o de herramientas de marketing.

«El precio es lo que pagas. El valor es lo que recibes»
(Warren Buffett)