Tradicionalmente las estrategias de las compañías se han construido desde su posición competitiva, es decir, desde el análisis del presente. Actualmente, este enfoque ya no es válido. Las estrategias de las empresas de hoy en día se construyen desde la previsión del futuro. Por esta razón, la innovación se erige como una disciplina y una capacidad esencial y se convierte en innovación estratégica.
La innovación estratégica ayuda a responder preguntas que están encima de la mesa de casi todos los comités estratégicos. Por ejemplo, ¿qué rol jugaremos en la nueva economía?, ¿por qué existiremos dentro de cinco o diez años?, ¿quién disrumpirá nuestra industria? Y ¿cómo lo hará?, entre otras. Ninguna de estas preguntas se puede responder desde el análisis de la situación actual, debemos prever el futuro y trabajar con la incertidumbre.
En definitiva, debemos innovar y debemos hacerlo de manera estratégica porque de ello depende el crecimiento de nuestro negocio, en el mejor de los casos. La innovación ayuda a la redefinición estratégica actuando en tres niveles.
Del desarrollo estratégico al desarrollo de la organización
Si algo está exigiendo a las empresas el entorno de cambio constante e impredecible que están viviendo, sin duda, es la cura de humildad. Las antiguas organizaciones diseñadas de espaldas al cliente, bajo parámetros de producción industrial y basadas en relaciones jerárquicas, ya no funcionan o, al menos, no son capaces de resolver los nuevos retos a los que las empresas se enfrentan.
Tres son las características que una organización, que trabaje desde la innovación estratégica, debe incorporar:
- La primera es que todos sus procesos, desde el primero al último, deben nacer y morir en el cliente. Radical pero inevitable. Cualquier tarea que no sea justificable en base a la mejora de la experiencia de cliente será un factor de coste y una fuente de ineficiencia.
- La segunda es aumentar la capacidad de autogestión. Trabajar en entornos de alta incertidumbre necesita que las cadenas de mando sean más cortas y ejecutivas. Los departamentos van a ir desapareciendo y la figura del equipo de trabajo multidisciplinar se va a convertir en el núcleo organizativo básico de cualquier empresa.
- La tercera es la sostenibilidad. Las organizaciones van a ser valoradas bajo los criterios ESG. Cualquier empresa que no cuide de sus personas y no sea responsable de la repercusión de su actividad en el medio ambiente no tiene futuro. Básicamente no será viable, perderá reputación social, mercado y capacidad de financiación.
Nuevas herramientas para nuevos problemas
La innovación estratégica trabaja en el futuro e intenta preverlo. Esto supone que los retos y problemas a resolver serán distintos y desconocidos en comparación con los problemas que ya conocemos cuando trabajamos en el presente.
Que sean diferentes no supone que no existan patrones comunes, por esta razón es tan importante basarnos en el análisis de los datos.
El uso de la tecnología de análisis de datos permite anticiparnos a posibles situaciones con patrones parecidos a situaciones ya vividas en el pasado, permite también dar respuesta en tiempo real y finalmente, permite crear conocimiento de manera constante, ya que podemos simular y equivocarnos de manera controlada.
En otras palabras, trabajar con datos fiables es una red de seguridad que cualquier organización debería construirse tan rápido como le sea posible. Llegados a este punto, no será tan importante encontrar las respuestas correctas, sino hacernos las preguntas adecuadas.
Nuevas maneras de trabajar para gestionar la incertidumbre
Al estar inmersos en una incertidumbre constante, como organización debemos reaccionar inmediatamente tan pronto como vislumbremos que las condiciones del entorno van a cambiar. Se nos exige no tanto rehacer la estrategia a cada instante, sino controlar como la estrategia se está implantando y como se adapta a los cambios.
Esta capacidad de adaptación requiere de nuevas maneras de trabajar basadas en criterios de agilidad y en nuevas capacidades y habilidades. Recordemos que hemos introducido la variable del cliente, que contamos con una cantidad ingente de datos y que lo realmente importante es hacernos las preguntas correctas. Perfiles metódicos y repetitivos se convertirán en anacrónicos.
La innovación estratégica necesita creatividad, improvisación y capacidad de crear soluciones con cierto grado de disrupción.
Se necesitan justamente aquellas capacidades y habilidades que nunca podrán ser automatizadas ni sustituidas por las máquinas, nos referimos a lo que nos hace humanos y nos permite evolucionar de manera constante.
En definitiva, vamos hacia organizaciones enfocadas hacia la búsqueda y entrega constante de soluciones (a clientes, compañeros, sociedad, accionistas…) comandadas por la innovación estratégica y dejaremos atrás modelos de empresas construidas desde el análisis del presente y del desarrollo de estrategias monolíticas.