Hemos recorrido un sendero sinuoso en el entorno socio-económico de nuestro país: la parálisis institucional de España ha amenazado a una población muy dividida entre sí, pero aún más asqueada de la clase política, con unas terceras elecciones que no auguraban ningún cambio notable en el bloqueo.
Sin embargo, mientras, la economía crece, pese a que nuevas oportunidades de crecimiento económico caen en saco roto o se van quedando en la sala de espera porque no se toman decisiones por la falta de gobierno.
«La creación de la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas (CORA) se enmarca dentro del proceso reformista iniciado por el Gobierno, dirigido a superar la peor crisis económica en las últimas décadas.»
Estos son sólo algunos de los problemas de la Administración. Adicionalmente, podríamos hablar de la eficiencia.
Durante los años de crisis se ha intentado aprovechar (no había más remedio), para dar un paso más y mejorar en la eficiencia: por ejemplo, a principios de 2012, la creación de la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas (CORA) se enmarca dentro del proceso reformista iniciado por el Gobierno, dirigido a superar la peor crisis económica en las últimas décadas, corregir los desequilibrios que frenaban el crecimiento de España y crear las bases idóneas sobre las que iniciar un nuevo ciclo de prosperidad económica y empleo para los españoles. El Consejo de Ministros encomendó a la CORA realizar un estudio integral de las Administraciones Públicas para identificar las áreas de mejora y las medidas a adoptar para hacerlas más ágiles, eficientes y cercanas a los ciudadanos. Aunque es una buena medida, ¿es suficiente?
«La crisis pasa, pero la eficiencia motivada por los recortes debe permanecer. La eficiencia no es una tarea esporádica, no es un propósito que se predica en un discurso para luego guardarlo en un baúl, es una práctica diaria.»
Cuando desde Eneas realizamos un análisis en profundidad de los servicios percibidos por algún organismo público, solemos detectar la ausencia de caminos estables verdaderamente dirigidos hacia la racionalización y la eficiencia. En ocasiones, las medidas que se toman son muy superficiales y son lo que conocemos como “pan para hoy, hambre para mañana”. En muchos casos, la falta de eficiencia se debe a la ausencia de recursos suficientes para hacer un estudio pormenorizado de las necesidades reales del organismo en cuestión y para negociar los servicios recibidos.
Queda aún mucho camino por recorrer en la Administración en materia de mejora de eficiencia, y posiblemente el sector privado pueda ser un ejemplo a seguir a la hora de la optimización del gasto, dada la experiencia de las compañías privadas en el campo de la racionalización de recursos.
En Eneas, somos expertos en asesoramiento a la Administración Pública, habiendo realizado proyectos de racionalización de envergadura, negociando con éxito importes en torno a los 2.000 millones de Euros de gasto. Por ejemplo, durante los ejercicios 2014, 2015, y 2016, Eneas Sector Público ha realizado los servicios de análisis, diagnóstico, propuesta de actuaciones y seguimiento para la optimización del gasto del servicio de limpieza de 3.399 centros adscritos a la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos, Correos Express y Nexea, entre los que se ubican centros logísticos, edificios administrativos, oficinas de atención al cliente y unidades de reparto. El volumen total de gasto de los contratos analizados superaba los 100 M€ y se obtuvo un ahorro superior al 15%.
«Posiblemente el sector privado pueda ser un ejemplo a seguir a la hora de la optimización del gasto, dada la experiencia de las compañías privadas en el campo de la racionalización de recursos.»
En definitiva, actuamos como un equipo fiel de apoyo, que da soporte al organismo y analiza exhaustivamente sus necesidades, con el objetivo de conseguir que los requisitos de calidad de servicio deseados por el cliente se cumplan, a un precio de mercado.