Me dispongo a escribir este artículo repasando todo lo que hemos vivido desde un punto de vista económico analizando todos los titulares que nos han acompañado en este retador 2022.
Un año en el que se ha producido la Tormenta Perfecta y en el que las noticias empeoraban día tras día.
Cerramos diciembre de 2021 celebrando la nueva normalidad y con una euforia en los mercados financieros que nos indicaban que el 2022 iba a ser la salida definitiva de la crisis CoVid-19 y que íbamos a volver a lo nuestro.
Sin embargo, enero arrancó con los miedos de una posible guerra en Europa que se confirmaría semanas después tras el anuncio de invasión que realizaba Vladimir Putin el 20 de febrero de este mismo año.
Si enero y febrero nos dejaban unas caídas promedio de un 8%* desde inicio de año, marzo no iba a mejorar ya que se empezaba a hablar de «crisis energética» y de todos los problemas que iba a acarrear provocando la punta de inflación que llegó al 9,8%** en España, ¡casi nada!
A modo de referencia, nos tenemos que ir a junio de 2008 para ver una inflación en España superior al 5%. Esta cifra no sólo la hemos superado si no que la hemos doblado en septiembre de este año.
Toda esta volatilidad e inestabilidad de los mercados se tradujo en un abril con una caída del 9% (superando en un mes la caída que habíamos vivido en enero y febrero). Este rumbo bajista se vio agravado con el anuncio de la Fed de subida de tipos que realizó en mayo, junio y julio, dejándonos un verano con una depreciación del -23% desde inicio de año.
En toda esta vorágine se sumaban a las noticias negativas, una inflación incontrolable, una guerra que perduraba y el anuncio de que asistiríamos a un invierno en el que no podríamos encender la calefacción.
Ahora bien, leyendo este artículo se puede pensar que este año está perdido y que lo mejor sería empezar a hablar de 2023. No obstante, un optimista como yo trataría de identificar algún patrón similar y ver el vaso medio lleno en estas situaciones.
Para tratar de identificar algo similar a lo que vivimos tenemos que irnos a la década de los `80 donde tuvimos una inflación superior al 13%***, una inestabilidad en los mercados y la crisis de los misiles soviéticos.
En aquella década la gente que vio el vaso medio lleno y que decidió dar un paso al frente vivió una de las mayores revalorizaciones históricas que fueron del +57%**** en 5 años y del +182% en 10 años. En estos años se presentaron oportunidades que el buen inversor aprovechó y que el ahorrador metódico utilizó para incrementar su patrimonio y construir un buen futuro.
Llegados a este punto optimista, me gustaría emplear la frase de Bobby Unser que dice: “El éxito es donde la preparación y oportunidad se encuentran”. Considero que después de todos estos eventos estamos más que aleccionados y hemos realizado un intensivo acelerado de finanzas en estos meses; pero es que adicionalmente nos encontramos ante una oportunidad única con unos mercados financieros cotizando muy por debajo de sus niveles habituales.
Para terminar de ver el vaso medio lleno, quiero desearos una muy Feliz Navidad a todos vosotros y un 2023 cargado de éxitos personales y profesionales. En definitiva, quiero recordar este 2022 como el año que nos volvió a poner a prueba y supimos superar con buena nota.
* El índice citado a lo largo de todo el artículo es el índice MSCI World por ser el principal índice de renta variable global.
** Fuente: INE.
*** Fuente: Datos Macro de la base de datos del Banco Mundial.
**** Fuente: Proyección propia utilizando datos de Bloomberg sobre el índice MSCI World.