Cientos de estudios científicos realizados por prestigiosos centros de investigación de todo el mundo validan, desde hace décadas, los beneficios del Mindfulness para la salud. En el mundo anglosajón, la práctica totalidad de las Universidades cuentan con centros de Mindfulness y en las áreas de neurociencia y bioquímica, se han evidenciado impresionantes beneficios por personalidades tan relevantes como, por ejemplo, la premio nobel Elizabeth Blackburn.
“Cada vez más corporaciones incorporan prácticas de Mindfulness dentro de sus estrategias de recursos humanos con resultados positivos”
En este sentido estas evidencias científicas relacionan el Mindfulness con la prevención y lucha contra la depresión, la ansiedad y el estrés, así como con la disminución del insomnio, la gestión del dolor o el refuerzo del sistema inmunológico. La neurociencia ha demostrado las huellas que deja en el cerebro la meditación y que indican su impacto en un más lento envejecimiento, en la mejora de la concentración y la capacidad de atención y en la de otras funciones cognitivas.
En los últimos años, el término Mindfulness se ha popularizado y extendido en diferentes áreas de la vida. Esta práctica consiste en prestar atención al momento presente sin juzgar, de manera intencional y consciente. La técnica, que en realidad tiene una base milenaria, también ha llamado la atención del mundo empresarial por su potencial en el entorno laboral, en el que se han llevado a cabo estudios que relacionan esta técnica con la mejora del rendimiento laboral y la productividad.
“Cuando se implementa correctamente, puede contribuir a crear un ambiente de trabajo menos estresante, más productivo y saludable”
Por ello, cada vez más corporaciones incorporan prácticas de Mindfulness dentro de sus estrategias de recursos humanos y están obteniendo resultados positivos. Google, por ejemplo, ha incluido programas de meditación y Mindfulness en su plan de aprendizaje y desarrollo. Apple, Nike, General Mills, Target, entre otras grandes compañías, también han adoptado la disciplina para mejorar el bienestar de sus empleados.
Los beneficios de Mindfulness en el mundo laboral son variados. Por un lado, la disminución del estrés, la ansiedad y la fatiga puede llevar a una disminución del absentismo y a un aumento de la concentración. Además, ayuda a los empleados a reconocer sus propias emociones y mejora sus habilidades de comunicación, lo que fomenta un ambiente más colaborativo y constructivo. También ayuda a mejorar la creatividad y la innovación, ya que al estar más presentes pueden detectar nuevas oportunidades y soluciones. Cuando se implementa correctamente, puede contribuir a crear un ambiente de trabajo menos estresante, más productivo y saludable.
La principal herramienta de Mindfulness es la meditación, que trata del conectar con nuestro ser. La implacable velocidad a la que vivimos, sentimos y percibimos nos empuja a hacer mil cosas a la vez, cuando muy pocas veces estamos presentes en alguna de ellas. La mente siempre está trabajando. Lo que hacemos con Mindfulness es conocer el funcionamiento de nuestra mente, observar su permanente diálogo mental y entrenarla para que esté en el presente, al aquí y ahora.
Las principales dificultades en la práctica las encontramos al enfrentarnos al dichoso Tiempo, a cómo hacer un hueco en nuestra ajetreada vida. Aunque la verdad es que, lo más recomendable es asistir a algún curso de Mindfulness o, en la empresa, organizar un proceso de formación de la mano de un experto. Así se aprende cómo comenzar a entrenar el cerebro en la atención plena y a superar esa errónea concepción, instalada en nuestras vidas, por la que cuidarnos a nosotros mismos, dedicarnos un tiempo, no está tan bien visto como dedicarlo a los demás. Dedicarnos un rato a nosotros, a meditar, es una de las cosas más positivas que podemos hacer por nosotros mismos y por nuestro entorno, sea laboral o personal.