Ya queda menos para el invierno y tenemos claro el accesorio que nos acompañará, las boinas se han convertido un año más en el complemento estrella. Diseño de estilo muy parisino y vintage, formando parte de infinidad de looks.
El origen de las boinas, según los expertos tendrían más de 2.000 años de historia. Se atribuyen a origen miliar, utilizado por varias provincias celtas para distintas guerras desde el siglo XII, el color permitía distinguir el grado militar. Su uso se extendió en regiones como el País Vasco, donde se conoce como txapela, también presente en Escocia, símbolo de iconos históricos.
La tendencia se ha trasladado a las calles y promete convertirse en todo un must have esta temporada.
Las boinas son cool, cómodas, calentitas y todo un clásico del estilo francés, no hay acontecimiento de moda sin que aparezca al menos una.
Se debe lucir como único complemento para que cobre todo el protagonismo. A la hora de elegirla hay que tener en cuenta la tez pero también el color del pelo. Aunque los tonos neutros siempre sientan bien.
Hay modelos minimalistas en color sólido o diseños de lo más original con perlas o lentejuelas.
Los modelos y estilos que marcan la pauta:
La boina roja es una apuesta segura. Perfecta para dar un toque de color a los looks más neutros.
La boina negra, más discreta pero mucho más fácil de combinar. Aporta elegancia y se puede lucir tanto de día como de noche.
La boina con estampados a cuadros o animal print. Son un complemento perfecto para darle un toque de gracia a los looks negros.
Nuevos materiales y texturas: charol, vinilo o cuero son algunos de los más vistos en la calle. Añaden un toque más actual al look y al ser más rígidas dan un aire más formal al estilismo.
Añadir una boina a tu armario este invierno es apuesta segura