¿Cómo elegir una carne saludable?

La carne contribuye a nuestro bienestar mental y beneficia nuestra salud cerebral. Muchos estudios afirman que el consumo de carne de calidad fue uno de los factores determinantes en la evolución humana.

Es una fuente de hierro hemo de alta biodisponibilidad, proteínas de calidad y aminoácidos esenciales como el triptófano, grasa variable y Vitamina B12 que contribuye a nuestra salud. Pero.. son todas las carnes iguales? Qué criterios debemos exigir a la hora de la compra?

Muchas veces compramos alimentos en supermercados, mercados o tiendas de proximidad sin saber exactamente interpretar el etiquetado nutricional.

Todos los ciudadanos tienen derecho a saber lo que están comiendo, ya sea por motivos de salud y económicos para evitar fraudes alimentarios. Es por ello que cada vez más se va exigiendo a los productores transparencia clara de toda la cadena de producción para que el consumidor final tenga capacidad de elegir libremente. 

Poco a poco están surgiendo nuevas maneras de producir y consumir alimentos y qué mejor forma que saber  los puntos clave:

Uno de  los criterios fundamentales que debemos fijarnos a la hora de elegir carne es el distintivo ecológico

Cuando compramos un alimento certificado como ecológico se asegura que se ha producido, transformado, envasado, etiquetado y comercializado según esta norma que tiene como principio el respeto al medio ambiente, el bienestar animal y con técnicas que mantienen al máximo las propiedades naturales de las materias prima.

La carne ecológica nos asegura que los animales han estado pastando al aire libre en libertad y no se han utilizado piensos industriales. Por ello, el hecho de que los animales pasten en libertad y se alimenten de cereales, semillas y harinas oleaginosas, hace que la carne sea más jugosa y de lugar a un producto de alta calidad nutricional.

Otro de los criterios fundamentales a la hora de elegir una buena carne, es garantizar que no se ha suministrado antibióticos al animal. Hoy en día, la resistencia a antibióticos es un problema de la sociedad ampliamente conocido y debemos poner solución a ello ya desde el consumo de alimentos de calidad

Por otro lado, garantizar que la alimentación de los animales no tiene transgénicos es un paso importante en la lucha contra el desarrollo de intolerancias alimentarias, alergias desconocidas o daño hepático. Actualmente, diversos organismos científicos internacionales están recabando evidencias sobre las consecuencias derivadas de la ingesta de alimentos transgénicos, o genéticamente modificados, sobre la salud humana.

Además, apostar por el medio rural y pequeños productores hace que la producción sea sostenible y permita el crecimiento. Si hablamos de derivados cárnicos como embutidos, debemos fijarnos en que el contenido de carne en sí sea superior al 90-95% de la especia animal que estamos comprando. Hay pavo envasado que cuando miras e etiquetado, tan sólo pone 60% pavo y el resto son mezcla de almidones, lactosa, aditivos innecesarios y sal.

Si hablamos de aditivos alimentarios, podemos hacer mención especial a los sulfitos.  Se emplean como aditivos en carne por sus propiedades conservantes, antifúngicas, antimicrobianas y antioxidantes. Son conservantes sintéticos que se añaden con frecuencia a los derivados cárnicos y existe controversia en cuanto a su riesgo-beneficio. Pueden provocar irritaciones en el tubo digestivo y avitaminosis además de alergias o asma. Administrado en la carne, enmascara la pérdida de olor provocada por el deterioro bacteriano.

Sin embargo, hay que aclarar que por definición, cualquier aditivo alimentario debe cumplir los requisitos de ser eficaz, inocuo y necesario  Las cantidades de aditivos que se añaden en la industria están controladas y la cantidad máxima permitida está muy por debajo de la que puede presentar algún problema.

Consumir una carne saludable, ética y sostenible es un paso importante en nuestra salud. Si en nuestra mano está el poder elegir, yo elegiría calidad

Una alimentación variada y equilibrada, con representantes de cada grupo de alimentos, no solo nos aporta beneficios nutricionales, sino que nos ayuda a la formación de sustancias capaces de regular sensaciones como el placer o el bienestar.